Textos para Leer dormido (Capítulo 3)

Textos para Leer dormido (Capítulo 3)

Por Arturo Aquino.

«3:00 A.M.»

A la estepa gutural de la desesperación:
Arrumaco decadente en días de huracán
Años y elementos
Desvanecidos en serigrafías vivientes
¿alguien sabrá su significado?
Ni siquiera el conquistador vencido,
Ciclo dosificador de  insolencias
Culmina áspid en la venia poliforme
Cuando los espejos asidos a memoria
Hablan en muda elocuencia.

“Destellos”

Diamantes perezosos sudando la noche

Saludando a través de los árboles
En playa amarilla de pánico simétrico,
Que bostezan en la húmeda comodidad de sus manos
Desesperadamente comen secretos
Nadan con la marea de los durmientes
Acariciando salivantes sonrisas de Dionisio,
Percibiendo los indolentes aromas de almohada….
Respirando al vibrar con su plumaje
Suspirando universo y sonriendo de su escamoso humor.
Lluviosos atardeceres en días extravagantes
Atorados en el fango del caos con aparente sensatez
Resplandecen las venas de reflejos lentos
Cuajados con néctar de estaciones relampagueantes
Mientras la chamarra gotea tras la puerta.
Carbones humeantes velan los lirios del patio
Se escurren por los cristales blanquecinos
Desmitifican romances de dientes brillantes
Abriendo la llave de la ducha
Inhalan la boutique de su piel
Recordando la última despedida de su angustiante dolor.

«Fermentación»

Dentadura comprime y libera
La piel se arruga
Sabe tanto del vocablo

Debería de tener su propio himno
Un santuario que no proteja

A veces emergiendo testigo…
Pero que no se esconda del tiempo
Que se cocine radiación en alimentos congelados
Ante el espejo frío, con fermento del cosmos….

“A pedazos”

Aquellos escarabajos sabios,
Hacen cascaras de humorísticas huidas
En ese circo trepidante de la sorpresa incauta:
No nos obligan a mirar fijamente a la pared
Pero nos hilvanan al ritmo:
Con azulosa sensualidad, somos eslabones evolutivos
En ondulantes caricias de oídos calcinados
Con su escenario caustico y voz somnolienta…
Es la oscura lentitud,
a la derecha lo taciturno de mirarte
En afligida esperanza,
a la izquierda lo absurdo de esperarte.
Gira el botón carcomiendo la gentileza ahorcada
Predicción de la oración-cáncer
Orquestada con cercanía para caídas al otro de la puerta
¿Queremos oquedad perpetua?
Ataúd, estuche, cadáver cotidiano en el espejo.
Se acaban los créditos de la película
Las luces se apagan definitivamente
Y los ojos aman el fuego en sus retinas
Descarnan luciérnagas quemadas con alaridos.
Sus lunas viajadas en respiraciones certeras
Contienen latidos, grifos de serenidad agonizante
¡Destruye la rutina corrosiva! ¡Vamos cariño!
¡despierta! ¡deja todo atrás!
Acompáñame, hasta el serpenteante abismo de la deriva.

«Nota premeditada»

No me molesten
Mis viáticos caducaron
Las pisadas adheridas murieron

Maquinaria se detuvo
Ocho años atrás
No hay respuestas a los rezos televisados…

No me encuentren
Estilo en riel que oscurece
Sepia desesperación congela esperanzas

Números salivan banquete
Sus coros coagulan tristeza facial
Con el incienso salvaje de la confrontación

Diez años después
Papel desdobla estertores
Arranca absurdos
Allá y entonces.

Hoy es día de libretas
Guiones bordados a la mesa
Temperatura desastrosa
Inyectándonos al mundo

A todos los rezos
Absténganse de tocarme
Que su podredumbre ¿viva?
Lejos de mi acción

Atentamente.
La sensación.

«Pelaje del sueño»

El peso de la pluma
La trinchera de la tinta
Exacta la espera conjuga colores
Retorcidos emblemas nerviosos
Son los dedos
Montañas con declives
Bruma
Caminata…
A saber y aventurar sensaciones.

Espesa memoria de escurrida holganza
Que encuentra cuerpo esponjoso
Articulando temblores
Al finiquitar continentes mentales
Confiriendo la miseria sudorosa
Esa paz detonante
Se confabulará con el moño tieso
Innegable
Afianzadas sus uñas a la angustia.

Voz de cañón aroma indeleble
al volver en si
pesadilla muere, emerge y grita
como al nacer: en alaridos
desprendiendo nuevamente despertares
a veces respirables
pero con la certeza de los cuerpos
todos desparramados como frutas
sucumbiendo a su espacio
cambiando el curso del tiempo
pues caen, y dormitan sin desprecio.

«Nacer»

Hasta donde caminaré cuando los retos se acaben
hasta donde llegarán mis pasos
¿Quién padecerá el contagio de mi percepción?

Camino abierto,
líneas blancas tus magnéticas secuencias en mis pies
no me desvistas, no me creas
no escupas mi reflejo con el sol…
por que seguiré adelante aun de noche
y me detendré solo cuando la música de a luz.

A la sensación de fuga le sigue la búsqueda…
a veces, cuando ladro hacia adentro
no hay mas eco que el hambre de mi cuerpo
por ser escuchado
y descubierto.

En la sorpresa de la decadente y lenta tristeza
se aferra con fuerza en movimientos de vendaval
un nombre, ¿el mío? ¿el tuyo? no, nada de ello
aun sin el permiso de las similitudes agrestes
el recorrido mantiene su ritmo impregnado de vitalidad
tal vez se trate de estar con vida
aunque no lo asuma.

Ocupo el lugar de quienes se han ido al bosque de invierno
y cederé mi espacio de existencia, a la condena de ser libre
¿o será tan solo, otro laberinto onírico a recorrer ¿hasta el final?

Y entonces, cuando parecía todo perdido
Ocurre
No queda nada mas que nada
Ninguna esencia corporal
Apenas, imágenes de días ochenteros
La figura rompe las arenas de los deseos
Queda detenida y helada
Como viviendo en el navegante anhelo por volver
La realidad es que perdió lo que tenía
Y mas aún, lo que podía tener.. la posibilidad.

A la orilla del punto sin regreso
Donde las aguas se hacen suspiros
Cada latido congela alientos azulosos
Pues es la marca que separa el desenlace.
Es el momento de abrazar espacios
Regresar a la tierra, volver a la semilla
Girar el grifo para que corra algún escenario
ceder ciclo a la oruga
…que aguarda y aguarda para emerger.

Consideran los que saben
Algunos compases volver a sus matices
Los retoman con momentos de existencia
Cuando se siente cierta alarma
La percepción vivir dentro de una película
El guión cuesta atardeceres
Para ser vistos como ave sin alimento
No el ángel oscuro de alas rotas
Mas bien la suavidad del bostezo hecho niebla

El tema eleva intensidad
Permitiendo sentirse semicorchea
Con grácil y flotante esmero
Se desvanece su voz aún sin desearlo
Al sazón del pentagrama
Crece la pasión por su rededor
y nadie sabe de su caminar
..nadie sabe quien es, o quien será.

«Vagar»

De acuerdo, esta semana se hará un mutis por los caídos
esos desgarrados por la salud aniquilada con futbol,
competencias reallity…
Hoy viajarán las palabras allá donde deben llegar
a quienes eligen lo genuino de su sed interna,
de ser, en si mismo
incluso aquellos que no han sido contaminados con la escuela
¿Cómo que cual escuela? …
La de pupitre, la de los «buenos modales»
la que horma lo social y se refleja en la capacidad de elección y crítica.

Que ningún recién nacido sea bautizado
etiquetado, seriado, y condenado al CURP y R.F.C.
que al respirar el pulposo exterior, no ocurra para crecer debiendo,
sea la oportunidad de la introspección
ante el cuidadoso y alegre bunker de la experiencia de su madre

Preferible, observar la plegaria del hambre
a través de la ventana nebulosa
simple girar de existencias en las calles
junto al traga fuegos de semáforo,
o al payaso que no ríe
mejor aún, abrir la mano
y hallar a  la oruga a un paso de explosión

Hacer la declaratoria de convicción:

Origen es amanecer filtrado con el girar de perspectivas
un sentido para el viaje
una semilla que llama instintivamente
las cosas se acomodan
se resume la frase:
«como piezas de ajedrez»
un mundo girando para si mismo
cediendo al abrelatas onírico
se torna palpable
como revivir pueriles vuelos a ras de cama
algo de chicle en las encías
aroma a tierra húmeda y tenis sucios
las imágenes suavizan su pulso
raíz lozana la punta del señalamiento,

¡estoy aquí! ¡He vuelto!

Continuar con la fortaleza en explosiva congruencia,
Noches y días en frenética colisión
es el imperio del «todavía»
con sabor a «aún»

…he vuelto, nuevamente… Soy.

«Renacer»

Hasta hace dos minutos que llegó la carta
entonces me habla con soltura;
a inmunes dobleces, los anuncios:
¡despierta!
¿Escuchas algo montaña indolente?
…cuanta impavidez
¡vuelve en tí tras la moneda que gira la munición!
Mas sabrían improvisar las tristes ramas de mis dedos…
aunque agregaran segundos al infortunio
Elijo elevar el argumento
hacer semblanza del filo en sus huesos.. entonces alardeo

¡Saltar!

¡Reconocer el vacío de la existencia!
…percibir la nada
¡devorar las sogas de la melancolía!
para renacer una y otra vez.
Me detengo
observo el remitente
los fantasmas del pasado andan de malas
desatados
zona revoltosa y pantanosa
¿Cómo llamarlos comodidad?
¡han pasado años y no lo había reflexionado!
observo su ritmo
casi olvidaba su vigencia
aunque, cada quien le pone un nombre
es el revolver que gira y retuerce existencias
desde la semilla hecha origen hasta niñez
con serpentina de aroma adolescente
en las playas que peinan adultos
sobre las sillas con osamentas, cráneos, dientes amarillentos
y siluetas decrépitas.
Vuelvo a la búsqueda
retomo la idea
sendero siempre sendero
hago del papel
crujientes vestigios de sensaciones
queda atrás
para salir de la cubeta de basura y porquería
me hago blues cadencioso con las palabras
y desaparezco en el renglón.

¡Recobro el aliento y ahí voy de nuevo!

A la par de los mensajes oníricos se desvelan las vivencias
sub especie de calles que no volverán a ser transitadas
termales sitios de insolvente tesitura
respiran en fiel bosquejo

Con el despertar terreno
emergen las figuras
son varias las vías seguras al calcino reflejo
envejecido parlante arquea su postura

¿La reacción?
¡firme decadencia!
alas frágiles como al principio…
aliento que se extingue
Mil años trascurrieron en un minuto
otros mas sin «darse cuenta»
hirviéndose en el teatro móvil de estampilla
su esencia congelada muy adentro
no superstición,
se hace combustible con la fe de los suicidas
tras el borde de la entrada las colillas y cerillos
simple chasquido de puerta nocturna
cuya llave reza el giro al roce de impresiones
el metal anida en la chapa
y se hace uno al olvidarse en la cerradura.

Nadie me detiene
Ya estoy aquí
nada de eslabones oxidados
toda la noche se desdobla bajo mis manos
cuando tiemblo con el alarido del hambre
en el tren sin regreso,
pues mucho se ha hablado
pero poco se ha hecho
para romper raíces
fracturar disonancias.

Todavía no se ha escrito un guión para el final
y la obra ya se está escenificando
solo un detalle, los actores no saben que lo son
tampoco que actúan
menos aún que están vivos
aunque quede mucho por corregir
pues lo cotidiano alimenta dramaturgia con nuestros alientos
tal vez como el niño que asiste a la escuela
y mira la turbia caída de gotera en un lavamanos
o tal vez la inquieta aura del despertar
llegue a la fusión corpórea
con sazón cadenciosa y sensual
en su propia historia elegida al curso blasfemo del tiempo.

De lo incubado solo las plegarias
fotos a la par, prosa de tersa efigie
modelo
institución
paradigma
madre
manos en mi cuerpo
espasmos en mi nacimiento
humo en mi juventud
niebla en mi vejez
retrospectiva en mi agonía
luz para mi ceguera
y tierra en mi muerte
aunque no estés presente
la esencia perdura para siempre…

Ya estoy aquí
y te tendrás que mover
arrancarte tus plumas
pues giraré a tu alrededor
con mis oníricas implosiones.

Ya estoy aquí, el mundo es mío
el mundo es mío, el mundo es mío, el mundo es mío, el mundo es mío,
el mundo es mío…  mi mundo es tu mundo y tu mundo es mío.

 

de Arturo Aquino

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